Las emisiones de CO2 marcaron un nuevo récord en 2010: 10.000 millones de toneladas.
La crisis financiera no ha
reducido las emisiones de CO2
en el planeta. Tras una ligera caída .
reducido las emisiones de CO2
en el planeta. Tras una ligera caída .
de las mismas en 2009 se ha
retomado la tendencia al crecimiento
en 2010 hasta que el año pasado
llegó a los 10.000 millones de
toneladas. Son los datos de un
análisis científico presentado en
la revista Nature Climate Change.
Las emisiones globales de dióxido
de carbono han aumentado un 49%
en las últimas dos décadas.
El crecimiento hay que apuntárselo
tanto a los países desarrollados
como a los países en desarrollo,
o algunos de ellos.
"El impacto de la crisis financiera
de 2008-2009 en las emisiones globales
fue breve debido a los fuertes
incrementos en las economías
emergentes, al retorno al crecimiento
de las emisiones en los países
desarrollados y al incremento
de la intensidad de los combustibles
fósiles en la economía mundial"
Los países desarrollados en su
conjunto redujeron sus emisiones
en 2008 y en 2009 pero las
aumentaron en 2010.La caída
de las emisiones en 2009 fue
demasiado breve e incluso la floja
recuperación económica de 2010 nos
ha puesto de nuevo en la trayectoria
de altas emisiones. Ahora se está
cerrando la oportunidad de evitar
un cambio climático a niveles peligrosos.
Los países desarrollados siguen
externalizando parte de sus emisiones
a las economías emergentes a través
del comercio internacional. El caso
británico es un ejemplo: el CO2 generado
por el uso de combustibles fósiles
creció un 3,8% en 2010, pero aun así, el
Reino Unido se situó un 14% por debajo
de su nivel de 1990. Esto significa que
las emisiones británicas, contando el
CO2 generado para producir gran parte
de los bienes que se consumen en el país,
están ahora un 20% por encima del nivel
de 1990.
aumentaron en 2010.La caída
de las emisiones en 2009 fue
demasiado breve e incluso la floja
recuperación económica de 2010 nos
ha puesto de nuevo en la trayectoria
de altas emisiones. Ahora se está
cerrando la oportunidad de evitar
un cambio climático a niveles peligrosos.
Los países desarrollados siguen
externalizando parte de sus emisiones
a las economías emergentes a través
del comercio internacional. El caso
británico es un ejemplo: el CO2 generado
por el uso de combustibles fósiles
creció un 3,8% en 2010, pero aun así, el
Reino Unido se situó un 14% por debajo
de su nivel de 1990. Esto significa que
las emisiones británicas, contando el
CO2 generado para producir gran parte
de los bienes que se consumen en el país,
están ahora un 20% por encima del nivel
de 1990.